Peñarol 2 - Wanderers 1

"¡Qué lo parió... qué sufrimiento hermano!", dijo después de un prolongado suspiro uno de los tantos hinchas de Peñarol que se amontonaron en la tribuna oficial del Parque Viera.
El gol, que no se veía por ningún lado, llegó tras un tiro de esquina muy bien ejecutado por Antonio Pacheco. La pelota, peinada en el primer palo, la tomó Ignacio Medina y desde el piso, anotó el 1 a 0 cuando corrían 23 minutos de juego.
Ese 2 a 0 a los 42 minutos, daba prácticamente por liquidado el pleito. Sin embargo, en el complemento, Peñarol se frenó. Sintió la pretemporada, la falta de ritmo y de partidos.
Wanderers, mucho más en rodaje, lo encerró en su cancha. Chávez logró el descuento a los 62 y ambientó la reacción. Fueron quince minutos donde el empate rondó el arco aurinegro, pero hubo respuesta defensiva.
El final fue un alivio para los hinchas aurinegros y un castigo para los parciales wanderistas. Se había roto el maleficio del Parque Viera.